Para eso existen diferentes formas autorizadas; generalmente mediante algún sankirtan o algunas ventas privadas. El grihasta puede ser autosuficiente y prestar su servicio desinteresado.
En el caso de la imposibilidad de esto debido a su servicio de tiempo completo, la junta directiva del proyecto que él maneje y/o en conexión con el maestro espiritual, puede autorizar un pequeño presupuesto de manutención para él y su familia. "Bajo ninguna circunstancia debe un predicador trabajar para su bolsillo y utilizar el servicio devocional de otros para intereses personales, o mantener las finanzas de su templo en la oscuridad".
Esto es un crimen y ni un funcionario público puede hacer eso, menos alguien que se supone es un santo. Srila Prabhupada dijo:"Un predicador debe vivir como un libro abierto". La esposa del César debe estar libre de sospecha; las esposas también deben ayudar activamente a la misión y trabajar muy duro, aunque ellas reciben sus servicios de parte de sus esposos.
jueves, 10 de diciembre de 2009
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