El padre de Srinivasa Acharya se llamaba Cheitanya Das quien había visto la ceremonia de Sanyassa de Sri Cheitanya Mahaprabhu. Un día su esposa le dijo que el Señor Cheitanya en su sueño le había instruido que ellos deberían tener un hijo. Cheitanya Das no podía creer que el Señor Cheitanya diera tales órdenes, pero su esposa insistió. Finalmente los dos acordaron que deberían caminar hasta Jaganatha Puri (unos 600 Kms) para averiguar el deseo del Señor Cheitanya. Después de la larga marcha ellos tuvieron la fortuna de encontrarse con el Señor y en el primer encuentro Sri Cheitanya confirmó el sueño de la esposa de Cheitanya Das diciendo:" Sí, su esposa tiene razón, yo quiero que ustedes tengan un hijo de nombre Srinivasa y el va a ser un importante devoto en la distribución de literatura sagrada".
Feliz la pareja volvió después de algún tiempo a su hogar, pronto nació Srinivasa y sus padres vivían llenos de felicidad. Un día Srinivasa con cuatro años encontró a su padre en el piso del templo diciendo: ¿ Oh yo no tengo amor por Krishna, qué hago? Enseguida su hijo cayó a sus pies exclamando:"Oh padre yo mucho menos tengo amor por Krishna". Escuchando el tumulto en el templo la mamá de Srinivas entró encontrando esta situación y ella también comenzó a llorar con el mismo sentimiento y así se podía entender que ellos vivían una vida de grihasta perfecta. Posteriormente Srinivasa salió de la casa con un Sanyassi quien pidió el niño a sus padres con sólo ocho años y la historia de su vida puede llenar muchas páginas néctareas.
La caridad de los Grihastas:
También existe la historia del famoso Kolavecha Sridhara, quien vendió los bananos al Señor Cheitanya y rechazó arreglar su casa porque su maestro espiritual le había ordenado gastar el 50% de sus ingresos en la vida espiritual y no le alcanzaba para tapar las goteras de su casa, adorada hasta hoy en Sridham Navadvipa. Srila Prabhupada dio la misma orden a todos sus serios grihastas discípulos que vivían aparte del templo y se ocupaban en actividades lucrativas, de donar el 50% de sus ganancias a la causa del movimiento del Señor Cheitanya. No es fácil y requiere mucha devoción, pero las escrituras glorifican esta conducta.
Los así llamados casados.
En cambio existen grihamedis tacaños que dicen que son devotos y presentan mil y una disculpas para no ayudar a la misión del maestro espiritual. Generalmente, ellos sólo critican a los devotos y dicen que sólo podrían ayudar siempre y cuando todos fueran devotos puros. Al mismo tiempo en su "pobreza", compiten con sus vecinos karmis para ver quien consigue más en este mundo. A pesar de que los devotos sienten pena por ellos y quieren ayudarles, a veces su actitud inflada y orgullosa y sus falsas prédicas a nuevos aspirantes de la conciencia de Krishna, los hacen elementos indeseables dentro de la familia amorosa de los devotos. Esta es la etapa donde el ex-devoto no encuentra más apoyo de nadie y su conclusión es triste pues creen que las pobres Deidades están rodeadas por una banda de imbéciles e inocentes tontos, y que él es el único devoto, sólo mal entendido. Así es este ego terrible; nunca tenemos la culpa; siempre la culpa la tienen los demás. Que Krishna nos proteja de esta desgracia y mande sufrimientos a todos los que viven en esta ilusión para que luego despierten.
Los ocho diferentes tipos de sexo ilícito:
Aquellos que desean evitar las agonías de la vida del casado, lo mismo que los devotos casados deben evitar estrictamente los ocho tipos de sexo ilícito:
1- Hablar de sexo (con nadie, bajo ninguna circunstancia, menos citando las escrituras).
2- Pensar en sexo (muy difícil de ejecutar cuando uno contempla los objetos de los sentidos. Fácil cuando uno se encuentra absorto en su servicio devocional para complacer a Krishna).
3- Hablar con una mujer a solas (Principal causa de los disturbios en los templos. Absolutamente prohibido y destructivo para el avance de cualquiera. No existe disculpa que valga, ni siquiera el padre con su propia hija o el hijo con su madre).
4- Planear tener sexo. El pecado de planear romper los principios es muy terrible. Yamunacarya dijo:"Tan pronto que un pensamiento sexual entra en mi mente, mis labios se fruncen de disgusto y escupo ante ese pensamiento". Quien piensa que la vida es para disfrutar el sexo, mejor hubiera nacido como mico o paloma o quizás pronto tendrá esa oportunidad.
5- Escuchar a las mujeres cantar. La asociación con mujeres o con personas indebidamente apegados y asociados con mujeres y sexo ilícito, es suicida para la vida espiritual. Sri Cheitanya Mahaprabhu recomienda mejor abrazar a un tigre. Por eso los devotos serios no deben escuchar ninguna clase de música karmi ni música "devocional" cantada por mujeres o devotos sensualistas. Esto despierta la lujuria y nada más. En cambio cuando uno escucha el néctar de los devotos puros, amor por Krishna puede surgir en nuestro corazón.
6- Contemplar a las mujeres."De la contemplación viene el apego, del apego surge la lujuria, de la lujuria surge la ira y de la ira se presenta la ilusión y de la ilusión se confunde la memoria. Cuando la memoria se confunde se pierde la inteligencia y uno cae de nuevo al charco material" Bhagavad-gita 2-62-63.
7- Mirar los ojos de una mujer. Uno puede olvidarse de sí mismo mirando los ojos de una mujer; así es Maya; la tiene el sexo opuesto presentada en una manera tan atractiva (una trampa de maya que dura de los doce hasta los venticinco años), que cualquiera que no se cuide puede caer en la trampa para luego realizar que todas estas esperanzas eran sólo ilusión y ahora tiene que sufrir para el resto de su vida.
8- Tener sexo. El acto del sexo ilícito fuera del matrimonio es uno de los más grandes pecados, que puede dañar la vida humana a varias personas, y la vida del sexo ilícito dentro del matrimonio lleva a la desgracia y a la frustración. La mujer deja de respetar a su esposo (este tipo ni siquiera es fiel con su Guru y no es capaz de controlar sus sentidos, pero a mí me quiere mandar. Que trabaje como un burro para que yo pueda hacer compras. Y el esposo incontrolado luego desea otras mujeres pues se halla aburrido con el sexo ilícito con su esposa; y en cualquier momento nacerá un niño igual de lujurioso y mentiroso a sus padres, mala ganga.)
Nuestra filosofía no es machista:
Las mujeres son muy buenas, las más grandes devotas de Krishna son las gopis y hay muchas otras devotas puras. Y los hombres por su lado son muy buena gente. Pero si los dos se mezclan incontroladamente la reacción es un gran desastre que destruye la vida espiritual. Es evidente que únicamente verdaderos devotos pueden apreciar los libros sagrados, otros pensarán que los Vedas son terribles y que ni vale la pena vivir con tantas restricciones. Para los lectores de estas líneas yo recomiendo que estudien profundamente las escrituras del vaisnavismo para que conozcan ese amor trascendental, puro, bello e incomparable que nos lleve a dejar esos falsos placeres. Por otro lado en este mundo tan abominable donde los más degradados homosexuales y similares perversidades están en la calle, televisión y prácticamente en todas partes uno sólo puede recomendar este sagrado matrimonio védico como la única salida. No hay mejor cosa que refugiarse en una buena devota como esposa y en un buen devoto como esposo para cruzar el océano de los deseos demoniacos, recomienda el Srimad Bhagavatam.
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